A lo largo de la historia, la rosa ha sido sometida a una intensa selección e hibridaciones con el fin de crear nuevas variedades y formas. Actualmente hay catalogadas más de 30.000 variedades de cultivo en el mundo y todas ellas se han obtenido a partir de especies silvestres, de las que existen unas 150.
Las diferentes variedades se agrupan en rosales antiguos y rosales modernos. Los rosales antiguos son anteriores a 1867, año en el que apareció el primer Híbrido de Té. Los rosales antiguos hoy son poco cultivados. Tienden a florecer sólo una vez y sus flores poseen una gran variedad de formas y la mayoría son muy olorosas. Los rosales modernos son posteriores a 1867 y son los más cultivados.
Híbridas de té: La legendaria «rosa roja» pertenece a este orden y es la más antigua entre las especies modernas de rosas, de las que hay más de 6.000 variedades distintas. Posee un tallo largo y una floración abundante. Ostenta la mayoría de las veces sólo una gran flor sobre el tallo con aroma inconfundible, pero no todas exhalan perfume. Gracias a los cruces, muchas presentan capullos laterales junto a la flor principal.
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¿Hay rosas km 0?
Los datos arrojan que, en 2018, tan solo un 5% del total de rosas que se vendían para Sant Jordi en Cataluña eran producto local. Colombia, Ecuador y Holanda son los mayores productores de rosa del mundo, siendo Holanda la estrella, el país europeo exporta en Cataluña cerca del 15% del producto que se comercializa para la fiesta y lo hace, principalmente, porque es distribuidor mundial por excelencia en el sector. Esto no quiere decir que en Cataluña no existan productores: El Maresme y el Baix Llobregat son las zonas en las que se puede encontrar producción local.