La biofiltración es una tecnología de control de la contaminación atmosférica que utiliza los microorganismos para degradar biológicamente los olores y otros contaminantes volátiles contenidos en las corrientes de aire residual. Un biofiltro es un lecho de material orgánico (material filtrante), típicamente una mezcla de compost y corteza de árbol o astillas. Los microorganismos se desarrollan en la superficie y en una fina lámina de partículas de agua que rodea la superficie del material de filtración, creando lo que se llama un biofilm.
Cuando el aire pasa a través del biofiltro, los microorganismos, que se desarrollan sobre el material orgánico, convierten los gases odoríferos en diversos componentes según sea el gas y el agua.
La efectividad del biofiltro es principalmente función de los siguientes parámetros:
Durante el proceso de biofiltración el aire contaminado es bombeado a través del material de relleno. Los contaminantes son adsorbidos (adheridos) en la superficie del material de filtración y absorbidos por el biofilm. Simultáneamente los microorganismos consumen, es decir, metabolizan los contaminantes, produciendo energía, biomasa y productos finales del metabolismo, principalmente CO2 y agua.
La eficacia de un sistema de biofiltración, es el resultado del rendimiento de tres procesos de degradación biológica básicos. Los mostramos de forma simplificada:
R-CH3 ——> CO2 + H2O + Biomasa
R-SH ——> SO42- + Biomasa
R-SH ——> SO42- ——> Biomasa
R-NH2 ——> NO3– + Biomasa
R-NH2 ——> NO3– ——> Biomasa
Al mismo tiempo que reducen las concentraciones de contaminantes, los microorganismos también asimilan nitratos y sulfatos para crear nueva biomasa. La biofiltración resulta en una completa descomposición de los contaminantes, creando productos secundarios no peligrosos. El éxito de un biofiltro depende en gran manera del material que forma el lecho de relleno. Este material adsorbe los compuestos odoríferos y otros contaminantes desde la corriente de aire residual. Los microorganismos de vida libre que proliferan de manera natural sobre este material orgánico utilizan como fuente de nutrientes y energía estos compuestos, vía descomposición aerobia.
En la práctica existen varias tipos de material para constituir el lecho de relleno: compost, astilla, corteza de pino, turba, brezo, roca volcánica…
BURÉS PROFESIONAL, S.A., ha desarrollado y estudiado materiales de relleno de alta eficiencia como astilla de raíces, corteza de pino, brezo, astilla de madera, turba, compost vegetal, roca volcánica o mezclas de algunos de ellos combinando propiedades. Estos productos pueden utilizarse como material único para constituir el lecho o como componentes diferentes en sistemas de biofiltración multicapa. En nuestra planta, los materiales sufren un proceso de pretratamiento que incrementa su área superficial y permite una colonización más efectiva del medio por parte de hongos, bacterias y levaduras caracterizadas por su elevada diversidad metabólica y por tanto por su capacidad para colonizar gran variedad de nichos y degradar un número elevado de compuestos orgánicos. Es importante recordar que el material de relleno del biofiltro se debe manejar con cuidado, evitando su compactación para no incrementar el coste energético de su operatividad.
BURÉS PROFESIONAL, S.A., recomienda un tiempo de uso fiable del material de relleno, de entre 3-5 años dependiendo de las condiciones ambientales. Tras este periodo, el material usado puede ser simplemente compostado sin ningún tratamiento especial.