Tradicionalmente, se han utilizado los estiércoles, gallinazas o purines, así como los propios residuos vegetales como fuente principal de abono orgánico. Sin embargo, no cualquier tipo de aportación orgánica es igualmente beneficiosa para el cultivo.
La utilización de materia orgánica no estabilizada (como estiércol por ejemplo) puede manifestar a corto plazo los efectos típicos de su degradación, como la aparición de deficiencias de nitrógeno (los microorganismos que degradan la materia orgánica consumen nitrógeno y compiten con las plantas por este elemento), liberación de elementos y sustancias que puedes ser fitotóxicas (compuestos tales como carbohidratos, ácidos grasos y proteínas suelen ser perjudiciales para las plantas en proporciones elevadas), disminución de la concentración de oxígeno y aumento del dióxido de carbono debido a la acción de los microorganismos, cambios en la densidad aparente del suelo, etc. Estos efectos resultan nocivos y, por ello, es necesario utilizar fuentes de materia orgánica estabilizada mediante su compostaje.
Tanto el exceso como la insuficiencia de aportes nutriciones externos a los suelos cultivados pueden provocar perdidas económicas para el agricultor, además de tener consecuencias medioambientales nefastas para el entorno difíciles de corregir.
Lo ideal es que el cultivo vaya tomando los nutrientes según los vaya necesitando, para ello el fertilizante ideal debería ir liberando esos nutrientes a un ritmo similar a las exigencias del cultivo. En este sentido, los abonos orgánicos proporcionan los nutrientes de manera gradual, vía mineralización, permitiendo a la planta una nitrificación mixta amonio-nitrato, ventajosa en aspectos nutricionales, energéticos y hormonales.
VENTAJAS DE LOS ABONOS ORGÁNICOS:
1.- Nutren a los microorganismos del suelo
2.- Si la tierra es dura la hace más suave
3.- Si la tierra es arenosa la hace más firme
4.- Ayudan a retener el agua de la lluvia
5.- Dan más tipos de nutrientes
6.- Aumentan el grueso de los tallos y el tamaño de los frutos
7.- Afirman los colores de tallos, hojas y frutos
8.- Aumentan las cosechas
9.- Los nutrientes permanecen dos o tres años en la parcela
10.- Aumenta y afirman el sabor y el olor de los frutos
11.- Aumentan la cantidad y calidad de proteínas de los frutos
En BURÉS PROFESIONAL puedes encontrar varios tipos de abonos orgánicos recomendados especialmente en suelos con bajo contenido de materia orgánica y degradados por el efecto de la erosión.
El VIGORHUMUS POLVO es una enmienda orgánica húmica utilizada para mejorar las propiedades del suelo, ya sea aprovechando sus propiedades como fertilizante agrícola o paisajístico. Sustituye el efecto de la aplicación de estiércol y otros elementos orgánicos no estabilizados al suelo, que a la larga presentan alteraciones provocadas por las sustancias fitotóxicas de los microorganismos descomponedores. El abonado con VIGORHUMUS POLVO se obtiene mezclándolo con suelo sobre el que está previsto cultivar o mejorar la fertilidad. Puede aplicarse antes del cultivo, incorporado con la tierra de aplicación o mezclado con el sustrato. En cultivo de larga duración (plurianuales) se prevé su aplicación de forma localizada directamente en la superficie del suelo, aunque para este tipo de aplicación se recomienda el VIGORHUMUS PELLET. De hecho, existen diferentes variaciones del producto según las necesidades y el momento del cultivo.
Nuestros técnicos le pueden asesorar en el producto y el cálculo óptimo de fertilizante orgánico a aplicar y el ahorro que supone.